La gestión de almacén es el corazón operativo de muchas compañías. Cuando el almacén funciona “a base de experiencia” y sin un SGA (Sistema de Gestión de Almacenes), normalmente conectado con terminales de radiofrecuencia, bien integrado con el ERP, aparecen costes ocultos, errores y cuellos de botella que frenan el crecimiento.
En este artículo, orientado a responsables de almacén, IT y dirección, repasamos los problemas más habituales, cómo varían según el ERP que tengas, por qué la integración total con el ERP es crítica.
En el día a día observamos patrones que se repiten en almacenes con procesos poco digitalizados o con herramientas desconectadas:
Pedidos impresos sobre cajas, albaranes que se mojan o vuelan… Al desaparecer la referencia, toca abrir bultos para identificar contenido, ralentizando la operativa y multiplicando errores.
El uso ineficiente del espacio de almacenamiento puede llevar a una reducción en la capacidad operativa y a un aumento de los costes operativos.
Contenidos manuales con papel y bolígrafo; diferencias entre inventario físico y el sistema; parones de días para cuadrar.
No se sabe cuántas unidades hay ni dónde están en tiempo real; localizar productos para devoluciones o incidencias es una odisea.
La ubicación “está en la cabeza” de tres personas clave; si se ausentan, la operativa se resiente.
Mezcla de pedidos en la misma zona; artículos intercambiados; sin verificación digital de líneas y lotes/series.
Sin SGA o con un SGA mal conectado al ERP, el almacén depende mucho del personal y no de procesos.
No todos los ERPs ofrecen la misma profundidad en almacén. A grandes rasgos, estos son los escenarios más habituales que nos encontramos y sus riesgos:
Algunos ERPs incorporan funcionalidades muy generales: entradas, salidas y ajustes de stock. Esto puede ser suficiente para empresas con una operativa sencilla:
Cuando el ERP no se comunica con un sistema de gestión de almacenes (SGA/WMS), aparecen problemas como:
Cada sistema es “bueno en lo suyo”, pero se comunica por interfaces (ficheros, tareas batch, conectores ad-hoc).
Hay que tener en cuenta que:
Ventajas:
A tener en cuenta: Si el módulo SGA no se parametriza bien (estrategias, ubicaciones, reglas de reaprovisionamiento, uso de terminales de radiofrecuencia), puede generar cuellos de botella. Integrar ≠ configurar por defecto.
Un SGA aporta orden, pero el salto diferencial llega al integrarlo completamente con el ERP. Los beneficios concretos son:
Atención al cliente y planificación con datos fiables (sin llamadas al almacén).
Más líneas preparadas por hora, menos errores de expedición.
5) Escalabilidad y coste total
En un mercado donde los plazos de entrega y la satisfacción del cliente son clave, un ERP con gestión de almacén integrada es una ventaja competitiva real.
✅Diferencias de inventario >1–2% de forma recurrente.
✅Inventarios generales que paran la operación.
✅Devoluciones por errores de picking.
✅Procesos manuales para pasar información entre sistemas.
✅La preparación de pedidos se ralentiza en picos de trabajo.
✅No tienes visibilidad de la ubicación exacta de los artículos. Dependes de “personas clave” para saber dónde está todo.
✅Creces en referencias/clientes y el almacén no escala.
Si marcas varias casillas, probablemente sea el momento de evaluar tu sistema y plantear una integración o mejora.
En Unikal Tech Partners llevamos años ayudando a empresas de todos los sectores a ordenar, automatizar y escalar su almacén.
Lo hacemos combinando experiencia operativa y tecnología sobre ERPs líderes, como SAP Business One y Microsoft Dynamics 365 Business Central, entre otros.
Optimizar el almacén no va de comprar software, va de alinear procesos, personas y tecnología con un dato único que conecte logística, compras, ventas y finanzas. Un SGA bien integrado en tu ERP aporta visibilidad en tiempo real, trazabilidad, productividad y escalabilidad… y lo hace medible.
¿Hablamos? Te proponemos una sesión de valoración sin compromiso para identificar acciones de mejora y un roadmap realista. Escríbenos y te asesoramos.